Dime tu nombre aunque no lo entienda. Un cuento de amor primitivo. Explicaciones.
Sigue...
La madre de Ucje no viendola entre las personas, recordò el dia del parto, en definitiva su nombre era eso, un pàjaro esquivo.
No esperarìa mas de ella, lo supò desde su nacimiento, cuando viò a los dos animales ese dia, cerca al rio; debìa ser solo uno, y eligiò el primero que a su vista agradò, a la serpiente en el agua la descartò.
Quien habrìa atrapado aquel pàjaro que entre las ramas no se dejaba ver, su canto particular mientras nacìa; luego la serpiente lenta que atravesaba el rio, miedo y astucia en ese momento, porque no fue otro animal? Se pregunto... aunque Ucje ya no era ni lo uno ni lo otro, se habìa convertido en una mujer con la libertad en la alas y la agudeza de una serpiente.
Los dos jovenes caminaron verso el mar, sabìan que debian arreglar la situaciòn, mas al momento dejarìan fluir la libertad inesperada de aquel amor.
Las palabras cobraron sentido y comprensiòn, se volvieron familiares y cuando las sentìa pronuciar de los labios de kimbazala eran notas del alma, “kanvila-jà” era yà la parte que le faltaba. Significar -Ella està dentro de mi- era ser como una sola cosa.
Explicada con el simple hecho de beber el agua de la nuez de coco.
Y aceptar que el amor los convirtiò en en algo ùnico se traducìa en un “Kuaj”. En un si completo.
Ucje explicò a Kimbazala que querìa ser llamada “Ajinac” que era el sentir de sus besos. Kimbazala tomò la flecha, la lanza para explicarle que su nombre significaba la fuerza del guerrero. Para El no habìa palabra màs hermosa que el sentir de esos besos.
En la ensenada tenìan el alba, el ocaso, el mar, la laguna y la sal.
Necesitaban el agua del rio para beber. Quizas ese lugar serìa provisorio pero decidieron permanecer varios dias, para despues afrontar la decision ante sus familiares.
Despues de permacer algunos dias comiendo crustaceos y con pocas provisiones, caminaron verso la aldea de “Ajinac”.
continuarà...
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