Mi columna vertebral. Etologìa y equilibrio.
Aprovechando del buen clima que nos trae el verano, hace unos dias realizamos un almuerzo familiar al aire libre. Por estas partes del mundo en las que me encuentro, se comparten buenos momentos deleitandose de los platos y bebidas que hacen parte del menù; haciendo referimiento a cada plato se exaltan sus caracteriscas culinarias, es un modo para intercambiar culturas, puesto que cada manjar varia en algùn ingrediente: como por ejemplo el de la salchicha que en un pueblo tendrà la variaciòn de almenos un componente y en otro a tan solo 20 kilometros de distancia serà ligerante distinto en cada hogar del pueblo, variando asì sea en su tiempo de cocciòn o maduraciòn. Una diversidad culinaria que considero ùnica. Los almuerzos que por estos tiempos se pueden realizar en las zonas abiertas cuando el clima se vuelve favorable duran una infinad pero en estos momentos de pandemìa por el covid 19 se vuelven màs amenos y los hacen màs deseados, lo ùnico que faltan son solo los besos y abrazos eufòricos de amistad.
La reuniòn para deleitarnos fuè realizada en una terraza que en su vista frontal deja ver la extensiòn de tierra que la circunda de aproximadamente una hectarea, está rodeada de àrboles que a su vez forman un nicho ecològico que proteje el curso de un riachuelo, en esta àrea antes habìa una viña pero ahora es un lugar donde se cultiva trigo o alfalfa en intercambio anual, favoreciendo a la fijaciòn de nitrogeno en el terreno, asì la fèrtilidad es garantizada. En este terreno se reunen aves de todo tipo, están los pichones, las palomas torcaz, las tortoras, el carpintero verde, arrendajos, urracas, cuervos, mirlos, estorninos, gorriones, lavanderas blancas y otros tantos pàjaros que buscan su alimento despuès de la siega o apenas el cultivo està en crecimiento, una vez pudimos apreciar a un Faisan Negro que se paseaba tranquilamente sin temor de ser visto; es un lugar agradable a la vista y al ànimo. Entre charlas y discursos varios, en esta ocasiòn vimos pasar un zorro que corrìa a una velocidad anormal, siempre que los hemos visto están reunidos tomando el sol o jugando con sus cachorros, algunas veces cazando aves que pastorean en el lugar pero casi nunca los hemos visto correr, al parecer huìa de algo, sì, esta vez el zorro corría por un motivo, pasados algunos minutos del paso veloz del animal mis Jack Russel Terrier partieron en jauría hacia el recinto de separaciòn entre el jardin y la campiña a una gran velocidad y haciendo un rumor estridente; lo que nos hizo dirigir nuestra mirada hacia ellos para luego percatarnos que dos perros de caza seguian alguna tracha, por lo general los perros de caza tienen diversas especializaciones, mejoradas con años de selecciòn genètica, està quien dice que los de antes eran mejor adestrados o que la raza tal es mejor que otra, existen varios criterios para determinar cuando un perro es un buen rastreador, estos dos se veìan seguros del camino, quien dirigìa la tracha era un Segugio Italiano, que posee un olfato estraordinario para seguir las huellas de olor dejadas por algùn aninal; a estos perros se les llama perros de pelo, pues siguen a determinadas especies, a este lo seguìa un Setter Ingles que es un perro de pluma; que apunta con una caracteristica postura cuando encuentra la presa que estaba buscando, gerealmente son aves. El Segugio seguia indiscutiblemente al zorro y el Setter seguia al Segugio, El zorro tenìa la peor parte en la escena que veìamos pero al llegar al centro del terreno el Setter Ingles empieza a seguir otra tracha, el olor de los tantos pàjaros que se mueven por el campo y hace perder al Segugio el seguimiento, los dos giran por algunos minutos el àrea, pero el Segugio deja a su amigo, sigue el olor del zorro y se aparta, el Setter despuès, termina siguiendolo, perdieron minutos importantes en la caza al zorro: porque el Seguigio sigue tracha y si el zorro corre es siempre por un motivo, màs si tiene un perro de pluma como compañero la ventaja serà siempre para el zorro.
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