Hasta que me muera. El inicio de una novela.

 


El embarque de sus hermanos fuè junto a su padre adoptivo, Lucio Dìaz propietario del barco " El Orlando". Desde las costas del mar caribe, en el pequeño puerto de un remoto pueblo llamado Puerto Lòpez.

Ubicado en una zona limitrofe trazada por una frontera imaginaria con Venezuela, de arenas sutiles y fuertes vientos que ciertas veces se vuelven suaves, la nave orlando partiò con sus tres tripulantes, abituales Carlos peralta, Ruben sarmiento y Jorge Anchila, junto con los novatos Julian Santillàn y Genaro Santillan Rumbo a la Islas de Aruba y curazao. en una mañana de marzo del año 1961, Julian tenia diesiciete años y Genaro tan solo quince.


El dia de zarpar en el "orlando", los jovenes aspirantes a marineros se levantaron temprano, de madrugada; Carlota Villanueva mujer de Lucio, aquella mujer que decidio crialos como si fueran sus propios hijos fuè la primera en sentirlos murmurar y llamandoles les preguntò con su acento particular si querìan de verdad irse de marineros, repliacndo nuevamente: eso no son vainas para jugar..esos viajes son tesos...y ciertas veces peligrosos...los dos rieron al escucharla aunque Genaro un poco menos, si mamà respondio Julian, aqui en este pueblo no hay nada, si no es con el contrabando no se prospera y alparecer para estudiar no soy bueno, tal vez me consigo una arubiana rica y me gano la loteria. Riendose a carcajadas los tres despertaron a Miguelina, la cual solo dijo: dejen dormir y volvio a adormentarse en su pequeña pero confortable cama.


El barco no llegaba al puerto, anclaba cerca a la isla saint nicolasbaais en donde llega una lancha ràpida que transportaba la carga y traia otra para ser comercializada en Maicao, Riohacha y Santa Marta, era la època del contrabando, no fue el viaje mas feliz, los muchachos tubieron que afrontar en altamar el vaiven de las olas oceanicas, ellos no estaban acostumbrados a aquellas travesìas esperean por lo general a su padre en Puerto Lòpez donde descargaban la mayor parte de los barcos que contrabandeaban en la alta Guajira, pero ese dìa no estaban mas en tierra firme, ahora estaban navegando en el Orlando, rumbo al sol de los brazos abiertos, las millas naùticas que separaban Aruba de Puerto Lòpez la sabìan solo quienes dirigìan el viaje que se hacìa.

Juliàn resistiò el viaje, mientras que Genaro estubo tendido cuatro dias en el camarote de la cabina con un tanque que usaba como recipiente para vomitar. tomaba agua de panela caliente para sobreponerse, porque no comìa mucho, cada pedazo de pan con carne de diablo o aceitunas que llevaba a su boca debido a la nausea le hacìa dejar el emparedado siempre por la mitad, luego volvìa a recostarse en la cabina para dormir un rato. Esos dias fueron el tiempo necesario para valudar su decisiòn de convertirse en marinero o apoyarse en tierra firme. Durante los dos primeros dias, todo fue monotono, para Juliàn, se hablaba de las leyendas del mar, de los naufragios de amigos, de las veces que la armada casi los interceptaba en el mar, de como conocieron a sus mujeres y de como no podian vivir sino en un barco que cabalgara las ondas del mar.

Continuarà.



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